Acostumbrados a que los niños nos pinten las paredes y demás complementos del hogar, por qué no dejar que plasmen en el mantel de la mesa de la cocina toda su imaginación e ingenio?
Seguro que el día de mañana os hechareis unas buenas risas con los garabatos del pasado…
El mantel en cuestión es de PVC blanco, acompañado por unos rotuladores permanentes con los que decorar, anotar y dibujar todo lo que te apetezca…