Las claves para comprar una secadora

¿Quieres que tu ropa se seque a toda velocidad?

secador

Las secadoras de la ropa nos ayudan mucho en casa porque nos permite ahorrar tiempo y espacio. Además es un muy útil en determinadas regiones porque aunque gran parte de nuestra geografía se beneficia de un clima cálido y soleado durante todo el año, hay zonas del norte y de la costa en las que la humedad impide que la ropa se seque rápido y bien. En otros casos es complicado disponer de espacio para secar al aire libre. No nos podemos olvidar de las personas mayores y discapacitados para los que esta tarea puede resultar muy pesada e incómoda.

Antes de comprar una debes fijarte en una serie de factores:

¿De evacuación o de condensación?

Las secadoras funcionan de la siguiente manera: aspiran el aire de la habitación donde se instalan y lo calientan para inyectarlo dentro de un tambor donde gira la colada. Según cómo expulsen la humedad extraída de la ropa hay dos tipos de secadoras:

  • De evacuación, que sacan la humedad directamente al exterior a través de un tubo.
  • De condensación, que recogen el vapor de agua en un depósito interno.

En principio, son preferibles las secadoras de evacuación, porque suelen ser más baratas; consumen un poco menos de electricidad y no hay que estar pendiente de un perfecto sellado del aparato. Debes instalarlas en un tendedero, de modo que el tubo de evacuación del aire húmedo tenga una salida directa al exterior.

Existen dos tipos de secadoras de evacuación: electrónicas y mecánicas. Las primeras son más fáciles de utilizar ya que determinan la temperatura y la duración del secado según los resultados deseados: colada lista para planchar, muy seca, ultra seca…

La tendencia indica que los fabricantes están optando por fabricar más lavadoras por condensación bajo el pretexto de que han mejorado la bomba de calor. Cuando se trata de modelos económicos el consumo energético de estas secadoras es similar a las de evacuación. En relación a la duración de los programas y al ruido que emiten, dejan mucho que desear.

Otra alternativa diferente son las lavasecadoras, que aúnan en un único electrodoméstico estas dos funciones. Ahorran una buena cantidad de espacio, pero no secan de una sola vez toda la colada lavada.

Unos consejos básicos.

  • Por dónde salga el tubo de evacuación (por los lados, por debajo o por detrás del aparato) no influye en la eficacia de secado.
  • Hay modelos en los que es posible invertir el sentido de la apertura de la puerta, de esta forma no te chocarás con la puerta de la lavadora.
  • El selector de temperatura es una función muy útil: permite incrementar o reducir el calor según el tipo de ropa que se vaya a secar; por ejemplo, es preferible bajar un poco la temperatura cuando se maneja ropa delicada.
  • El temporizador es otra forma de controlar el secado: puedes graduarlo para que la colada salga húmeda y se planche luego más fácilmente. Los modelos más modernos cuentan con programas que ajustan la humedad de la colada a los valores deseado.
  • Otra opción muy práctica es el indicador de limpieza del filtro antipelusas. De lo contrario habrá que limpiarlo después de cada uso. Algunos fabricantes están desarrollando condensadores con filtro de pelusas autolimpiable.
  • La mayoría de los modelos incluyen un ciclo especial antiarrugas, mediante inyección de vapor al final del programa.
  • Una secadora con una capacidad de 5 kilos es más que suficiente para una familia de cuatro miembros.

La pregunta que todos os hacéis ¿cuánto consume?

Pues aproximadamente 50 euros al año sólo en electricidad.

Las secadoras de evacuación suelen ser más baratas que las de condensación; aún así, su precio medio supera los 300 euros. Y oscila mucho en función del establecimiento de compra: los comercios más baratos para comprar una secadora son los hipermercados y las grandes superficies especializadas; mientras que si lo que buscas es una amplia variedad de modelos, el sitio ideal es una tienda de electrodomésticos.


Pero el precio de compra no es lo único en lo que te tienes que fijar.  Este aparato, como cualquier otro que necesite calentar algo, consume una considerable cantidad de electricidad. El coste anual, usándolo cuatro veces a la semana, ronda los 50 euros; y eso si es una secadora con clase energética A+, por el momento, la más eficiente de las desarrolladas.

Vía: OCU, OCU, OCU

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